Queer as Love me tender
No entiendo por qué el amor entre una madre y un hijo no es exactamente igual que los otros amores. Por qué no pueden dejar de quererse. Por que no pueden romper.
“No soy una madre. Por supuesto que no. ¿Quién querría serlo? Aparte de las que han fracasado en todo. Que han fallado tanto en todo que solo han aceptado este estatus para vengarse del mundo. Hay gente que cree que es así. Mujeres que se consideran madres porque tienen hijos. Hombres que piensan lo mismo de las mujeres, abuelos aburridos. O bien padres que quieren ser madres, como Laurent, para vengarse de las mujeres que no son mujeres, como yo. Madre es algo peor que mujer. Es un poco como una criada. O un perro. Pero peor. Más malvado.”
He vuelto. Me ha costado volver pero lo he hecho. Todas estas semanas previas a las fiestas he estado súper desconectado de mis quehaceres literarios -excepto los que me pagan un sueldo- y con la agenda llena de encuentros. Peeeeeero, aquí estoy. En lunes, eso sí. Supongo que hoy, 23 de diciembre, debería hablar -como casi todo el mundo- de las navidades, de los deseos, del amor, de la familia. ¡Pues no! O bueno, de familias sí. El asunto es que el pasado 12 de diciembre fue la última sesión del año del club de lectura donde hablamos de Love me tender de Constance Debré, y como siempre, se merece también su espacio en esta newsletter. ¡Vamos allá!
Constance Debré (París, 1972) pertenece a una familia conocida de la Francia más conservadora. Solo por poner un ejemplo -podéis indagar más, merece la pena- su abuelo fue redactor de la Constitución de la V República. Constance dejó su carrera como abogada por dedicarse a la literatura, dejó su matrimonio con Laurent por ser lesbiana, y dejó a su hijo porque se lo quitaron por los dos motivos anteriores.
Este libro, en clave autobiográfica, narra todo el proceso de violencia vicaria que sufrió la protagonista al confesarle a su ex-marido que estaba teniendo relaciones con mujeres. Un duro proceso judicial en el que la autora, alejándose de la posición de víctima, ve como su hijo está siendo manipulado por parte del padre y alejado de su vida, tanto por él como por el Estado judicial.
Aún así, como he dejado caer antes, Debré cuenta la historia desde la aceptación -que no resignación-, no sé bien si por su trayectoria previa como abogada y por lo tanto, desconfianza en la justicia, o porque esta situación le venía bien para poder alimentar una vida ególatra donde ella pudiera ser totalmente protagonista. La cuestión es que ella no cae bien. Y no por los dictámenes heteropatriarcales hacia las mujeres con poder y autodecisión. Sino porque ella reproduce, sin ningún tipo de pudor, lo peor de la masculinidad hegemónica en sus relaciones sexoafectivas -y en la defensa de la violencia- y demuestra que, a pesar de intentar ir de lo contrario, sigue siendo una niña pija, mimada y egoísta.
El libro alterna las narraciones entre el proceso judicial, la violencia sufrida por parte de su exmarido y los encuentros con su hijo; con los encuentros sexuales que tiene la autora con mujeres a las que no les da ningún lugar -la joven, la mayor, la delgada- y el nomadismo -fingido- entre mudanzas y casas de amigos. Constance Debré dice en todas las entrevistas que su libro está basado en La Odisea, donde ella no deja de tener que superar obstáculos y vivir aventuras. Pretencioso, ¿no? Creo que esa analogía da muchas pistas de cómo es la protagonista. ¡Ojo! Con todo esto, en ningún momento quiero decir ni que merezca el sufrimiento vivido, ni que esté a favor de la violencia que se ha impartido sobre ella y muchísimo menos del proceso judicial. Pero, que tampoco la querría ni como amiga ni como amante, eso es cierto.
Justo ayer se publicó una entrevista suya en El País -gracias Jaime por enviármela- que os invito a leer. Y el libro lo recomiendo muchísimo, es casi como leerse un monográfico de la revista ¡Hola!; te metes dentro del salseo y lo engulles como si fueran pipas. Así fue también la sesión del club de lectura, una especie de tertulia del corazón sobre las idas y venidas de Constance Debré con informaciones, incluso traídas desde Francia, gracias a nuestro enviado especial Antú.
“En realidad, un juez le dice a un niño que el día de mañana será un hombre, a mi hijo, que su madre es culpable porque su padre todopoderoso lo ha decidido. Que no es una verdadera madre porque no es una verdadera mujer porque no ama verdaderamente a los hombres. Que el derecho siempre está de parte del más fuerte y que la libertad no es más que una farsa. Para no perder mi pureza, hago la señal de la cruz con lubricante, recito el credo en tanga y el confíteor con pinzas para pezones. La justicia es porno, el amor es porno, la familia es porno, únicamente el sexo no lo es jamás. Porque te obliga a callarte de una vez por todas, porque dejas de mentir.”
La página 31.
vinQlos.
Las abandonadoras , Begoña Gómez Urzaiz (Destino, 2022). ⭐ 3,5/5
Un ensayo sobre aquellas madres que por decisión propia -o fuerza mayor- decidieron dejar de serlo. Nombres como Mercè Rodoreda, Doris Lessing, Ingrid Bergman o, me parto de risa con esto, la pedagoga María Montessori -¡ojo!-.
Hace mucho que lo leí, así que no puedo entrar en demasiados detalles, pero sí que lo recomiendo para conocer las historias de estas mujeres tan conocidas -y a la vez tan poco- que rompieron las reglas y decidieron deshacer algo que desde siempre se ha narrado con un: “para toda la vida”.
Fou de Vincent, Hervé Guibert (Minuit, 1989).
Lo empecé y no lo he terminado, por ello no le he puesto nota. Este libro es una de las pruebas que se presentan en el juicio contra la protagonista de la historia de Debré -ella misma-, para demostrar -según la fiscalía- su desviación y pederastia.
Hervé Guibert, artista francés, narra -sin ningún tipo de pudor- su historia de amor y sexo con un joven de diecisiete años, cuando él ya contaba con los treinta y pico. Tan sórdido e incómodo, como bello y conmovedor. Una narración regresiva desde la muerte de su amante a sus primeros encuentros.
L’inconnu du lac (Alain Guiraudie, 2013). ⭐ 5/5
A lo largo de Love me tender, la autora nombra diversas películas donde se compara con los protagonistas hombres homosexuales de las mismas. Una de ellas es esta cinta de Guiraudie, quien ganó el premio del Festival de Cannes a mejor director en 2013, dentro de la sección Un certain regard.
La historia sucede en un lago, frecuentado por hombres, donde el cruising resta protagonismo al baño. El protagonista, Franck, pasa la tardes de verano entre la amistad que hace con uno de los parroquianos del lago y los peligrosos -ya sabréis por qué- escarceos entre matorrales que tiene con uno de los allí congregados -Dios del Olimpo, si me preguntas-.
C’è ancora domani (Paola Cortellesi, 2023). ⭐ 5/5
Creo, sin duda, que ha sido una de las mejores películas que he visto este año en el cine. Estéticamente impecable. Bajo el contexto del sufragio universal en Italia, una familia está pendiente del compromiso de la hija mayor del matrimonio, quien desea abandonar esa casa llena de violencia.
No tiene un vínculo directo con Love me tender pero sí hay una similitud en la exposición de la violencia. No hay una victimización de la víctima -valga la redundancia-. No se habla de ello desde el morbo, desde la pornografía del dolor. Algo que, igual me equivoco, pero relaciono con las nuevas corrientes del no punitivismo.
Maurice (James Ivory, 1987). ⭐ 4/5
Basada en la novela homónima del escritor E. M. Forster y publicada en 1971, a pesar de que empezó a escribirla en 1913.
En una Universidad de Gran Bretaña a principios del siglo XX, Maurice conoce a Clive, se enamoran y tienen una relación en secreto. La historia muestra los años vividos entre estos dos personajes tanto en la Universidad como fuera, donde Clive se ha casado con una mujer para intentar huir de las habladurías y vivir una vida “normal”.
Poca relación tiene con el libro de Debré, pero hay una de sus amantes que la llama Maurice. -🤷♂️-.
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Últimas lecturas.
En una habitación ajena, Damon Galgut (Libros del Asteroide, 2024). ⭐ 3,5/5
No conocía al autor, pero hace poco vino a la librería a presentar ese libro y, casualmente, en casa tenía sin leer su obra más conocida y ganadora del Booker: La promesa (Libros del Asteroide, 2023); así que me hice un monográfico leyendo las dos seguidas.
Publicada originalmente en 2010, el autor narra en clave autobiográfica tres viajes donde ha conocido a otro hombre con el que ha mantenido un vínculo emocional, sin llegar a ser sexual. En todos esos viajes que inicia solo, el encuentro con las personas es lo que le acaba dando sentido y forma a esos trayectos.
La enfermedad y sus metáforas. El sida y sus metáforas, Susan Sontag (Debolsillo, 2008). ⭐ 4/5
Susan Sontag escribió La enfermedad y sus metáforas en 1978, mientras se trataba por un cáncer. Diez años después, decide realizar una segunda parte poniendo en el centro el vih/sida. En ambos ensayos, Sontag habla de cómo las palabras que se utilizan para describir las enfermedades pueden afectar en el juicio a las mismas y también a la aceptación por parte de las personas afectadas, por ejemplo, hablar de las enfermedades en términos bélicos como lucha o invasión. Me ha parecido interesantísimo, a pesar de que es fácil perder el hilo hacia el final del texto.
Aliento, ojos, memoria, Edwidge Danticat (Consonni, 2024). ⭐ 5/5
Me ha atrapado esta historia escrita originalmente en 1994.
El libro cuenta la historia de Sophie desde su niñez en Haití, donde vive con su tía, pasando por su adolescencia en Nueva York. Allí descubre la historia de su nacimiento tras un fondo de violencia y vergüenza. La vuelta al origen, con su familia, compuesta solo por mujeres. Una historia de dolor, feminidad, vergüenza, descubrimiento… Con tintes esotéricos o sobrenaturales pero con una sencillez que te lleva a coger de la mano a la protagonista y acompañarla a lo largo de toda su historia. De una belleza increíble. Súper recomendación para estos días de descanso -quien los tenga-.
Esta Newsletter no tendría sentido sin el club de lectura Queer as Book, que sigue en 2025. Todas aquellas que estéis en Barcelona ya podéis reservar la sesión de enero donde comentaremos el poemario de Audre Lorde: El unicornio negro (Torremozas, 2019). En El Noa Noa Eixample, el miércoles 22 de enero.