Queer as Niño Santo
Rezaba de nuevo, pidiéndole a la Virgen que mis sueños se hiciesen realidad. Estaba dispuesto a aceptar cualquier tipo de tortura por él. Eso es lo que hacían los santos: dejarse martirizar por amor.
“Pedro, para ser santo hay que sufrir un martirio”. Y Pedro, el protagonista, entendió bien esta sentencia de su profesora.
Una novela sobre dolor, descubrimiento y culpa. Si la extrapolamos más allá de la presencia de la religión, aunque en este país siempre está presente, la historia de Pedro es la de muchas de nosotras que sufrimos bullying en el colegio o el instituto. “Ellos habían visto algo en mí que yo no acertaba a contemplar”. Como tras los gritos de ¡MARICÓN! y los abusos, venía la culpa por ser el centro del escarnio y por empezar a sentir y a identificarse con aquella palabreja que ni siquiera tú te habías llegado a plantear.
Las calles del pueblo protagonista son las de muchos. Sus callejones han sido los infiernos de adolescentes, la subida al calvario y el regocijo de tantos otros. España, que es el tercer país del mundo con más casos de bullying en sus centros, sabe mucho de insultos, patadas y llantos.
Luis Maura engancha con su escritura y te coge de la mano para decirte “amigo, yo también he estado ahí”. Un libro doloroso pero necesario, con un imaginario bíblico bien hilado y de final abierto, como a mí me gustan.
La página 31.
Con la Iglesia hemos topado.
Cuando a finales del año pasado El Vaticano aprobó bendecir a las parejas homosexuales, X -sí, Twitter- se llenó de comentarios de odio -como bien nos tiene acostumbradas-, y también de memes -como buena respuesta positiva a cualquier polémica posible-. Iglesias y sacerdotes de todo el mundo pusieron el grito en el cielo, dónde si no, por este atrevimiento del Papa Francisco que ya se encargó de aclarar posteriormente que dicha bendición nada tenía que ver con ningún rito matrimonial, ni la aceptación de este.
Pero, ¿y si ya desde la Edad Media existiese un rito para unir o bendecir a dos personas del mismo sexo? Pues en eso consistía la Adelphopoiesis una unión tanto legal como religiosa entre personas del mismo sexo.
Por supuesto, estos rituales no consistían en matrimonios sino más bien en uniones fraternales entre dos personas, prometiéndose fidelidad hasta la muerte y donde las familias de los dos protagonistas eran testigos de dicha ceremonia. Fue una práctica aceptada durante casi toda la Edad Media hasta los inicios de la Edad Moderna, donde se dice que se dejó de practicar por el aumento de la atracción carnal entre los protagonistas del rito.
No podemos decir que esta ceremonia sea la precursora del matrimonio homosexual, como bien se encargan artículos religiosos de exponer. Pero quién nos iba a decir que dos familias, bajo la omnipresencia de Dios, iban a bendecir la unión, en amistad, de dos hombres o mujeres hace ya más de quince siglos.
vinQlos.
Un beso de Dick, Fernando Molano Vargas (Blatt&Rios, 2021). ⭐ 3,5/5
Publicado originalmente en 1992 en Colombia, este libro supone una de las joyas de la literatura queer en español y un referente en su país de publicación. Una historia de amor adolescente entre dos compañeros de clase y equipo de fútbol. Como casi toda la novela gay en español de los 90 hasta principios de los 2000, repite el patrón de chico “afeminado” teniendo una historia con el “hetero” de la clase. Esto fue lo que menos me gustó y que más pereza me dio al leerlo pero, entendiendo el contexto, es un libro que todas aquellas interesadas en la literatura queer latinoamericana deben leer.
Un lugar para Mungo, Douglas Stuart (Random House, 2023). ⭐ 4,5/5
Recuerdo que cuando terminé de leer este libro no pude dormir en toda la noche. Lloré. Una historia dolorosa, como ya nos acostumbró el autor en su primera novela Historia de Shuggie Bain (Sexto Piso, 2021), ganadora del Premio Booker 2020.
Mungo es un adolescente dentro del seno de una familia no convencional, cuya madre alcohólica decide enviarlo unos días con unos amigos de Alcohólicos Anónimos para hacerlo “un hombre”, bajo la idea hegemónica de la masculinidad. El amor y el martirio representados muy crudamente. De aquellas novelas que atrapan y te hacen echar de menos al protagonista una vez la has terminado.
Los bordes, Angelo Tijssens (Dos Bigotes, 2023). ⭐ 5/5
Fue, sin duda, mi libro favorito del año pasado. Una escritura preciosa, poética incluso. El protagonista vuelve a su pueblo natal para recoger la casa de su madre recién fallecida. El reencuentro con los recuerdos y el primer amor son los protagonistas de esta historia. Todas en algún momento hemos sentido este amasijo de entrañas al volver a estar al lado de aquella persona que nos hizo sentir. Uno de aquellos libros que te abrazan.
¡Dolores guapa! (Jesús Pascual, 2021). ⭐ 4/5
¿Qué relación tienen RuPaul’s Drag Race y la Virgen de la Macarena? Estas y otras muchas cuestiones son las que plantea este documental, claramente costumbrista, sobre la pertenencia y el arraigo de la comunidad LGTBIQA+ a la Semana Santa de Sevilla.
Diferentes capillitas cuentan sus experiencias personales, relacionando el rito y la identidad, reflexionando sobre la religión, la Iglesia, la belleza o el propio concepto de “ser sevillane”. Con estética y calidad de vídeo doméstico nos introduce en la vida de varias personas, pertenecientes al colectivo, que mantienen, o han mantenido, un estrecho vínculo con la Semana Santa.
Un film cercano y divertido para entender el por qué de la relación entre estos dos mundos, aparentemente tan distantes.
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Esta Newsletter no tendría sentido sin el club de lectura Queer as Book. Así que para todas aquellas que estéis en Barcelona, ya podéis reservar la sesión de mayo donde comentaremos Cuerpos para odiar, Claudia Rodríguez (Barrett, 2024), dentro de la colección ‘Editora por un libro’ con Mariana Enriquez en ese papel.